Lo primero que debemos tener en cuenta es que nuestro perro responda a las órdenes básicas. Un perro bien educado, tranquilo y que responda a las órdenes principales (siéntate/tranquilo/tumba) podrá convivir sin problemas con nuestro bebé, y la situación de estrés y excitación que provoca el cambio y el recibimiento de millones de visitas será pan comido.
EL BEBÉ YA ESTÁ AQUÍ
- Mientras el bebé esté en la clínica:
– No dejar al perro completamente solo
– Llevar a casa alguna toalla o paño con olor del bebé y mientras se lo enseñamos, jugar con él, darle premios. Así nuestra mascota asociará el olor como algo agradable. - La llegada a casa:
– Si es posible, lo ideal es llevar al perro a pasear hasta que la madre y el bebé estén cómodamente instalados en casa.
– Nuestro perro tendrá curiosidad. Es importante dejarle investigar al nuevo miembro de la familia, controlando que sin querer le pueda hacer daño. Quizá seria conveniente llevar a cortar y limar las uñas a tu mascota por prevención. - El primer contacto:
– Debemos actuar de forma relajada para no transmitir excitación al perro.
– Jamás castigar a nuestra mascota por querer investigar al bebé. Asociará la presencia del bebé como algo negativo
– Dejar que el perro se acerque al bebé con tranquilidad. Por eso es importante utilizar las órdenes básicas y premiarle. En perros grandes y nerviosos es importante mantenerlos sujetos con la correa del paseo, hasta que la excitación por investigar y oler al niño se tranquilice.
– Si el perro se acerca al bebé y olisquea de forma tranquila debemos premiar con caricias, palabras tranquilas y golosinas. No utilizar nunca el tono de voz que usamos al jugar con nuestro perro, debemos transmitirle relax y calma.
– Hacer las cosas de forma gradual, tampoco debemos prolongar en exceso el primer contacto. - Momento de visitas:
-Es importante intentar que las visitas también presten atención a nuestro perro. Le den algún premio, lo acaricien o jueguen con él.
RECORDAR QUE JAMÁS DEBEMOS DEJAR AL NIÑO Y AL PERRO JUNTOS SIN SUPERVISIÓN PORQUE SIN INTENCIÓN DE CAUSAR DAÑO, NUESTRO PERRO PUEDE APOYAR LAS PATAS EN EL Y VOLCARLO.
SEÑALES DE ALARMA
Hay 5 situaciones protocolarias en las que tu perro no debe gruñir ni enseñar los dientes, sea del tamaño que sea y de la raza y edad que sea.
1. Cuando alguien de casa lo toca mientras come o tiene un objeto en la boca.
2. Si lo quieren echar del lugar donde descansa.
3. Al querer cepillarlo o bañarlo.
4. Al sujetarlo o intentar moverlo.
5. Al acercarse personas que no son de la familía, en casa o en la calle.
Cualquier conducta de estas pueden provocar que al final no sea compatible con la presencia de un niño, y debemos consultar con el veterinario etólogo.
PORQUÉ APARECEN LOS CELOS DEL PERRO HACIA EL BEBÉ
La llegada de un bebé absorbe una parte importante de nuestro tiempo.
Si solo prestamos atención al perro cuando el niño está durmiendo nuestro perro asociara a que cuando el niño está delante no me hacen caso, y si no está vuelvo a tener toda la atención de mis dueños.
– Debemos,en la medida de lo posible, prestar atención al perro cuando el bebé esté presente. Juegos, caricias, golosinas cuando esté el bebé,
– Si el bebé no está no debemos dar mas atención ni juegos de los que se le dan delante del bebé.
Debemos enseñarle que cuando está el bebé delante me hacen caso y me divierto como siempre, y cuando no está, me aburro.
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