Casi todos los niños muestran una afinidad natural por los animales y especialmente por los perros.
A partir de los 6 meses de edad, todos los niños sonríen al ver un perro, y a partir de los ocho meses que empiezan a tener autonomía intentaran seguirlo cada vez que se mueva.
El estímulo que supone convivir con un perro es muy beneficioso, y muchos especialistas comentan que contribuye a la educación de un niño más sociable y con mayor sentido de la responsabilidad.
DESDE EL NACIMIENTO HASTA LOS TRES AÑOS
El niño descubre el entorno a través del sentido del tacto. Al ver al perro, intentará acariciarlo, tocar su piel y su pelo.
Tienen la necesidad incontrolable de tocarlos porque el pelo es lo que les diferencia del resto de entorno humano.
Es importante saber que los niños hasta aproximadamente los 3 años de edad no entienden que los animales puedan tener dolor. El niño trata al perro como un juguete y si querer puede hacerle daño.
Nuestro objetivo como padres es enseñarle que nuestra mascota no es un juguete, no es una pelota o una muñeca, y que estirarle las orejas, el pelo o la cola no está bien y no es forma de relacionarse con el perro que tanto quiere.
Pautas.
- Es recomendable realizar los acercamientos después de que nuestro perro haya estado jugando o haya vuelto del paseo, así nuestro perro estará más tranquilo.
2.Si el perro es grande, podemos colocar a nuestro bebé en nuestras rodillas para controlar el movimiento de ambos.
- Permitir que el niño y el perro se exploren mutuamente. No debemos ponernos nerviosos porque el perro lama al bebé. Si nuestro perro está bien vacunado, desparasitado y limpio no existe ningún riesgo de transmisión de enfermedades.
- En todo momento debemos mostrarnos tranquilos, tanto para el perro como para nuestro bebé.
- Es importante enseñar al niño que zonas no debe tocar y que fuerza debe aplicar. El sistema básico de educación a ese edad se basa en que nuestro hij@ asocie una determinada acción con nuestra aprobación o nuestra disconformidad.
Si acaricia el perro con brusquedad, apartaremos su manos diciendo «no», e inmediatamente después acompañaremos su mano con la nuestra y acariciaremos juntos a nuestra mascota con mucha suavidad. En ese momento se debe premiar a nuestro hij@ con palabras de aprobación.
Recordar que no debemos esperar que nuestro hij@ actué mal para corregir su actitud, sino que todas las veces que lo hace bien debe ser premiado con gestos y palabras de aprobación.
- Debemos recordar que los perros suelen jugar a perseguir y ser perseguidos y los niños acostumbran a correr más que caminar riendo y gritando. Esto puede estimular/excitar a nuestro perro a jugar persiguiendo al niño, así que hasta que no podamos enseñar a nuestro hij@ que debe jugar de forma más calmada, debemos supervisar y controlar estos momentos y utilizar las palabras claves de obediencia con nuestra mascota.
- Aunque a esta edad la comprensión verbal es limitada en nuestro hij@, es recomendable explicarle que es todo lo que ve y toca. Los niños estimulados de esta forma desarrollan antes su capacidad para entender y utilizar el lenguaje.
DE LOS TRES A LOS 7 AÑOS
A esta edad los niños perciben el mundo de forma muy egocentrista y creen tener derecho sobre todo lo que les rodea. A esta edad tienden a destrozar cosas, además de para conocerlas para tener control sobre ellas. Por ello jamás se debe entender esa actitud como «agresiva», es una forma normal de aprendizaje, donde mayor hincapié está la función de los padres en corregirla y enseñar.
Aprender a no castigar al perro es para el niño un gran valor educativo. Es útil fomentar el autocontrol y una escala de valores que más tarde aplicará también a sus relaciones con las personas.
Conforme se hacen mayores, los niños adoptan aquellos modelos de comportamiento que observan en su entorno. En su relación con el perro, el niño imitará el comportamiento de los adultos tanto hacia al perro como hacia él mismo.
Los niños muy pequeños aprecian en el perro un papel de compañero de juegos, pero a mayor edad se potencia el valor de la amistad.
En los dibujos animados aparecen con frecuencia castigos y golpes entre personajes, algo que intentará imitar con el perro y otros niños.
Desde un punto de vista educativo es importante involucrar al nuestro hij@ en los cuidados y alimentación de nuestra mascota.
En este período de edad debemos entender que el rol del perro es de compañero de juegos.
A PARTIR DE LOS 7 AÑOS
Los niños con esa edad ya reconocen en el perro la capacidad de sentir y padecer. Entienden que son animales y que su conducta es diferente a la de las personas.
A partir de esta edad, además de ver a su mascota como alguien con quien jugar, lo consideran amigo y confidente. Habla con él, le explica sus problemas y cree que le entiende. El perro es para el niño alguien que le escucha sin juzgarle y que es capaz de guardar secretos. Debemos entender que es algo muy positivo y natural. El apoyo y efecto que encuentra en su perro le ayuda a madurar y reforzar la confianza en sí mismo. Debemos respetar este vínculo afectivo.
A esta edad el niño ve al veterinario como algo negativo, es quien hace daño a su perro, como para ellos su pediatra. Nuestro deber es explicar, en la medida de los posible, que tanto el veterinario como el médico es beneficioso.
¿Como hacer que exista un trato amable y responsable a esta edad?
Ahora además de utilizar los gestos de aprobación o negación como hacíamos de más pequeños, podemos utilizar las explicaciones verbales utilizando un lenguaje sencillo y ejemplos prácticos. Debemos insistir y tener paciencia.
Existen 10 normas básicas:
- RESPETA SU DESCANSO: podemos ejemplificarlo a cuando él está cansado y no tiene ganas de jugar.
- RESPETA SU SUEÑO: darle el ejemplo que él también necesita dormir para recargarse de energía, o que no le gusta que le despierten de forma brusca y se enfada.
- RESPETA SU DIETA: explicarle que los perros no comen lo mismo que las personas, explicarle que a él no le gustaría que mientras comiera alguien le metiera el dedo en el ojo o las orejas.
- RESPETA SUS PASEOS:explicarle que el perro necesita hacer ejercicio y distraerse, poner el ejemplo que a él no le gustaría que lo tuvieran encerrado en casa, explicarle que el perro necesita pasear para hacer sus necesidades
- RESPETA SUS JUGUETE: explicarle que cada uno debe tener sus propios juguetes, que no le gustaría que un amigo le quitara los juguetes a el, pues a el perro tampoco.
- APRENDE SU IDIOMA: enseñarle que el perro nunca le va ha hablar como un amigo del colegio y que se expresan de otra forma
- NO LE PEGUES: explicarle que a el tampoco le gusta que le castiguen ni que le peguen otros niños.
- TEN PACIENCIA: explicarle que nadie aprende las cosas a la primera y recordarle cuando el aprendió su última cosa.
- TEN COHERENCIA: explicarle que los perros necesitan seguir unas normas y explicarle que a el tampoco le gustaría no saber si puede o no hacer una cosa según el momento del día. No puede decidir que ahora si le deja subir al sofá y al día siguiente no, deben existir unas normas que no se pueden cambiar a cada momento.
- NO TODOS LOS PERROS SON TU PERRO: explicarle que a el tampoco le gusta que los desconocidos se le acerquen y le pongan la mano en la cabeza, pues un perro que no es el suyo también se puede asustar porque no le conoce, por eso siempre debe pedir permiso a los dueños del otro perro. Explicarle que cada perro como cada amigo es diferente, que no todos somos iguales. Y sobretodo que si un perro que no conoce le gruñe o le enseña los dientes, NO debe acercarse.